El eterno mal gobierno de España


Teresa Barro
España vive en una especie de dictadura desde que los Reyes Católicos, con el apoyo de la Iglesia, instituyeron un sistema de abuso y latrocinio que hizo que la mayoría tuviese que trabajar para sostener a una oligarquía privilegiada que despreciaba el trabajo.  Pasaron los siglos y lo mismo sucede ahora:  se acribilla con impuestos a los que trabajan de verdad porque de su dinero tienen que salir los lujos, los sueldos imponentes y la vida a lo grande de los acostumbrados a embolsar e imperar.
Los habitantes de España vivieron desde el siglo XV mutilados por un sistema dictatorial que tomó diversas formas, unas más agresivas que otras, pero que les infundió miedo y desconfianza en sí mismos, los aborregó y los acostumbró a dejar que las autoridades decidiesen por ellos y los tratasen mal.  Todo dirigido siempre por una Iglesia abusiva que no dudó en torturar, matar y quemar ¨herejes¨ para hacerse con el poder absoluto y con bienes que no le pertenecían.
Habría que poner fin a la falta de información y de interpretación coherente que persiste año tras año y siglo tras siglo para que no se conozca la verdad y solo pueda haber propaganda, y también a la falta de justicia y al privilegio rotundo de una oligarquía indiferente y acostumbrada a arreglarlo todo por arriba para dominar y que trabajen gratis para ella.  Fue esa oligarquía la que trajo la dictadura de Franco y la que después  impuso su perpetuación aprovechando la pasividad y el infantilismo que el régimen había insertado.  Los verdaderos ¨hijos de Franco¨ no fueron los de los primeros años de la dictadura franquista, sino los de después, los que nunca vieron otra cosa y se dejaron engañar y  manejar.
¿Por qué marchó el rey Alfonso XIII del país en un momento en que, si tuviese un mínimo de patriotismo, tendría que haberse quedado?  Muchos de aquel entonces lo consideraron traidor por haberlo hecho. ¿Sería porque negociaron con él que se marchase y dejase que ocurriese lo que estaban preparando, a cambio de que en el futuro volviese la monarquía? ¿Formó parte de lo maquinado que de repente apareciese un general que estaba en África y acabase con la República armando una guerra civil que siguió las pautas de la Inquisición y persiguió y asesinó ¨herejes¨ para dar a la oligarquía social y eclesiástica el poder de avasallar y robar? ¿Fue Franco una figura manejada por otros para que apareciese como protagonista de una trama dirigida a acabar con toda posibilidad de rebeldía contra la España anquilosada que no podía ni quería cuestionar la jerarquía y el hecho de que unos cuantos viviesen muy bien a cuenta de los demás? Tal como se desarrolló la trama, lo cierto fue que Franco despejó el terreno para que volviese la monarquía y el llamado orden, y para que los habitantes de España, cada vez más crédulos y peor informados, estuviesen dispuestos a dejar que los gobernasen sin oponerse, regalándose y regalando el país a quien lo quisiera manejar.
España es el único país en el que nunca se cuestionó la Unión Europea y en el que hacerlo sería casi pecado.  Se dio por hecho que era la solución a todo, la panacea que permitiría estar entre los ricos y no tener que gobernar porque otros lo harían desde fuera.  Lo que gustó fue que permitiese la apariencia de democracia y dictase lo que había que hacer.  El resultado fue que, más que robo, hubo saqueo y corrupción insolente, y que los políticos actuaron como opositores  a cargos que daban dinero y poder y se ganaban aprendiendo los temas de memoria y teniendo una buena recomendación.
El españolismo desaforado que se presenta como defensa de España y amor a la Patria oculta que el país está vendido y sin gobierno, manejado para el beneficio de los oligarcas de dentro y de fuera. Los aforos y las inmunidades que surgieron en la falsa democracia harían de España la risa del mundo si se supiesen.  Un país en el que no se puede informar con libertad ni someter a escrutinio a los que tienen autoridad está abriendo las puertas al robo y la corrupción y a estar gobernado por ladrones y gentes que no se ocupan más que de su propia posición y de llenar las arcas de la familia.  Si se admite que los reyes, los políticos, los jueces, la jerarquía eclesiástica y todos los que gozan de mando tienen derecho a ocultar lo que hacen, a no dar explicaciones y a deshacerse de los que las piden, el resultado lógico será que esos dotados de supremacía e infalibilidad buscarán su propio provecho y actuarán como delincuentes sin escrúpulos amparados por la ley.
Noviembre de 2018

Comentarios