Feminismo y lenguaje
Teresa Barro A las elites que se apoderaron del mundo les viene muy bien que se cultiven las apariencias y se desatienda el fondo de los problemas. Lo que quieren es que, en vez de haber una educación y enseñanza que independicen, se inculque la dependencia eterna y la ignorancia bajo apariencia de lo contrario, y que la retórica del cuidado y la sostenibilidad ambiental sirva para hacer grandes negocios que no lo parezcan. Lo mismo ocurre con el feminismo: la ¨igualdad¨ feminista sirve casi siempre para que todo quede en una cuestión de lenguaje políticamente correcto, aunque sea incorrecto desde el punto de vista gramatical, incoherente, molesto, favorezca el machismo y estropee el idioma. ¿Es feminista decir las ministras y los ministros, la jueza y la fiscala? ¿Traerá eso más justicia para las mujeres, o potenciará el machismo y la supremacía de lo masculino? Confundir el género gramatical, que nada tiene que ver con el sexo, con ese ¨género¨ que surgi