Lo que la gente quiere
Teresa Barro
Casi todo lo que
ocurre en la política de estos últimos tiempos apunta a que la gente no quiere que
la gobiernen las elites, sean de derecha o de izquierda, porque entiende que lo único que les interesa es
lucirse, hacerse con el poder, atesorar dinero y asegurarse de que sean pocos
los que puedan entrar en las alturas reservadas a los victoriosos. La gente quiere democracia y las elites no se
la van a dar.
Las elites se
repartieron el mundo entre ellas y destruyeron todo lo que se oponía a su
codicia, provocaron guerras absurdas de las que siempre sacaron provecho, e
hicieron que la vida fuese inclemente y cruel para todos los que quedaron fuera
del Olimpo en el que se situaron y desde el que se creyeron con derecho a
dictar y atropellar.
Lo que la gente
quiere es que los políticos dejen de tratar a ¨la plebe¨, a todo el que no sea
elite, como si fuese incapaz de pensar y de sentir. Quiere que no la declaren menor de edad
permanente, como se declaró a las mujeres, y que no le dicten lo que tiene que
ser y hacer. Quiere liberarse del patriarcado, ese sistema que fue divinizado
por los que manejaron las religiones e instituye desde la familia la
superioridad y tiranía del patriarca varón y la inferioridad y sumisión de las
mujeres y los hijos. En la política
contemporánea el patriarcado funciona al máximo: la derecha hace el papel
masculino, duro y cerebral, y la izquierda el femenino, blando y
sentimental. Las dos ponen la falsa
razón y el falso sentimiento al servicio de la dominación de unos y la sujeción
de otros y las dos aplican a la política nacional e internacional las pautas abusivas
que se aprenden en la familia típica del patriarcado. La derecha representa el papel del varón-patriarca
con derechos divinos sobre la familia y la sociedad, y la izquierda hace el de
madre patriarcada que entrega los hijos al patriarca.
La lucha contra
la tiranía del patriarcado empezó en la
familia y está llegando ahora a la política nacional e internacional. Que desaparezca ese sistema de mando y
obediencia que solo puede traer injusticia y crueldad es lo que la gente
quiere. Y por eso no hace caso de nada
de lo que dicen y predican los patriarcados de los dos bandos.
Abril de 2017
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