Hay que salir del patriarcado

Teresa Barro

El mundo está dominado, desde tiempos inmemoriales, por la ideología del patriarcado que decreta la superioridad de unos y la inferioridad de otros y fomenta la creación de elites que se creen con derecho a subyugar a los demás. El sistema jerárquico que implanta el patriarcado se aprende en un modelo de familia que instituye la superioridad de lo masculino sobre lo femenino y la hegemonía del pasado sobre el futuro.

El patriarcado crea una mentalidad que obliga a hacerse con el poder y a ser autoridad e imponerse por la fuerza porque, si no, el destino es la esclavitud y la miseria. Esa ideología es la que rige en la política desde siempre: hay que crear elites que trabajen a favor del sistema y  que ganen las batallas y sometan a ¨los del montón¨ imponiendo sus creencias y su voluntad a la fuerza para demostrar superioridad. El ejemplo más descarnado de cómo funciona esa ideología puede observarse en la política internacional. Es lo que lleva a la guerra continua entre unos países y otros y a que se venza por la fuerza de las armas y que esa victoria se acepte, se festeje y pase a la historia como buena y merecida. Funciona con un poco menos de brutalidad y descaro en la política interna de los países más democráticos, pero los avances fueron pocos y no tienen fuerza suficiente para luchar contra un sistema que se apoderó de todo y que, al aprenderse ya en la familia desde el momento en que nacemos, se apoya en niveles psicológicos inconscientes y automáticos y se confunde en la mayoría de los casos con creencias religiosas.

Las religiones fueron manejadas por elites que, en vez de luchar contra una ideología tan poco  espiritual como es la del patriarcado, ayudaron a que se impusiese. Todas ellas adoptaron el modelo de familia cuya misión fundamental es enseñar obediencia y sumisión a las autoridades. Con ese manejo de las religiones que hicieron las elites se consiguió insertar a fondo en todas las sociedades  la injusticia, el autoritarismo, la dictadura y la misoginia propias del patriarcado.

El patriarcado fomenta la guerra, la división, la enemistad, el odio, la rivalidad, el rencor y la crueldad al crear un mundo de elites con derecho a conquistar, abusar y aprisionar. Y uno de los principales instrumentos que utiliza para ello es la idea de que hay derecho a imponer la verdad por la fuerza y hasta obligación de hacerlo.


Agosto de 2014

Comentarios