El derecho a la verdad

Teresa Barro

Information is power, la información da poder y ocultarla es un acto de tiranía. Las dictaduras y los sistemas autoritarios impiden y manipulan la información como principal arma para mantener el poder. Por eso la libertad de expresión y la crítica a fondo son necesarias para combatir el dogma y el engaño que siempre acompañan al poder absoluto.

A la Unión Europea, al igual que a todos los regímenes absolutistas, le molestó desde el principio la libertad que supone la internet. Si hubiese estado en sus manos no la habría permitido o la habría recortado hasta que sólo pudiese haber propaganda manejada por ella. En vista de que no puede recortar esa libertad de forma directa, ya ha empezado a hacerlo de forma indirecta con su legislación en pro de ¨el derecho a ser olvidado¨ y prescribiendo que se pueda exigir a Google o a cualquier otro buscador la eliminación de los datos personales de quien lo desee. Esta es una técnica conocida de supresión del derecho a saber y a enjuiciar que ahora se quiere aplicar a las nuevas tecnologías, al igual que se quiso aplicar siempre a los medios de comunicación más tradicionales para que sólo haya datos ¨favorecedores¨ de quienes tienen algo que ocultar.

El derecho a la privacidad debe ser respetado, pero no el derecho al engaño, y engaño es no permitir que se sepan datos que podrían cambiar la imagen de algo o de alguien y el juicio que despierten si se supiese la verdad. El derecho a la verdad es el más importante y el que debe respetado por encima de todo para que haya democracia, porque está vinculado al derecho a la libertad y es el que garantiza que se pueda elegir basándose en datos veraces y sabiendo a qué atenerse.  Sería más coherente y mejor intencionado exigir que las agencias de espionaje de todo el mundo, incluidas las de la Unión Europea o las que le facilitan la ¨inteligencia¨, respetasen el derecho a la libertad y a la intimidad, pero no parece que eso preocupe ni esté en el programa.

Junio de 2014


Comentarios