No habrá salida de la crisis

Teresa Barro

No habrá salida de la crisis económica. Habrá de vez en cuando, para contentar al público, apariencia de que se está saliendo de ella, pera esa crisis es el resultado de una política encaminada a conseguir una sociedad de ricos y esclavos en la que los ricos se enriquezcan cada vez más sin tener que pagar por el trabajo de los demás. El verdadero objetivo de la ¨libertad de mercado¨ es el de construir un mundo en el que se puedan hacer grandes fortunas personales aunque no se valga nada ni se tenga el menor espíritu empresarial, y para eso es preciso tener esclavos, mercancía humana que se pueda despreciar y desechar.

La ideología que se presentó como irrefutable, inteligente y racional resultó ser abusiva y como una peste infecciosa que acabó con todo. No hay crisis económica para las elites, las grandes finanzas y los grandes monopolios disimulados, ni para los que propagan la peste, que hacen dinero a espuertas a cuenta de los demás. En nombre de la ¨productividad¨  se fomentó la precariedad y el desempleo masivo y se implantó el miedo y la sumisión, que era lo que de verdad se buscaba. La reorganización y la privatización no hicieron que las empresas y los bancos funcionasen mejor para el público, porque no era eso lo que se quería: lo que se quería, y se consiguió, fue que el dinero que antes se pagaba a los empleados se dedicase a aumentar los beneficios de ¨los de arriba¨ y de los capataces a sus órdenes que se encargaban de la ¨racionalización¨ y los despidos. Los bancos, incluidos los que en tantas naciones se crearon con bombo y platillos para que actuasen con ¨independencia¨  de la política, cuando su verdadera misión era asentar la ideología del libre mercado,  ni siquiera vieron llegar la crisis económica, aunque sería más justo decir que la vieron llegar pero que no les importaban los resultados de su codicia e ineptitud en la sociedad y en el público en general mientras las elites saliesen ganando. Las elites cobraron sueldos y bonos fabulosos en premio a haber hundido la economía familiar y nacional de muchas personas y muchos países porque de lo que se trataba era de crear miedo y que nadie se pudiese oponer a la voluntad de los poderosos.

Noviembre de 2013


  

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