La mala enseñanza en España


Teresa Barro


En la España de la Inquisición la iglesia se apoderó de la transmisión del conocimiento intelectual. La enseñanza cayó en manos de un clero que ya antes de los reyes católicos tenía fama de ser uno de los más incultos de Europa.
El objetivo principal de la enseñanza que se instauró en España fue el de evitar que nadie pensase por cuenta propia y que todos aceptasen a ciegas las versiones que transmitía la iglesia. España se convirtió en un país en el que se hablaba y no se leía. Leer en soledad, que habría cultivado la inteligencia y el carácter pero habría amenazado la unidad de pensamiento, quedó prohibido en la práctica, no sólo en la enseñanza sino en las familias. Sólo se permitía el contacto con los libros para ¨estudiar¨ y acceder con suerte a algún empleo.
La mente y la personalidad ¨española¨ que surgió de ese sistema fue fatalista y crédula (el papanatismo español), incapaz de iniciativa personal y sostenida, siempre dispuesta a imitar lo que hacían los demás y sin darse cuenta siquiera de que todo lo que imitaba lo habían creado otros. Se dejó de entender el proceso de creación y se creyó que todo procedía de ¨arriba¨ y que se ganaba el cielo y la admiración de todo el mundo apuntándose a una verdad indiscutible. Esto creó las contradicciones que saltaban a la vista de los demás: una España pobre, incompetente y que actuaba con poca inteligencia pero que se mostraba altiva e intransigente y esperaba que se le reconociese superioridad innata por estar en posesión de la verdad.
La historia de España a partir de los reyes católicos muestra que la deficiencia intelectual impidió la creatividad política. No llegó a haber nunca debate político auténtico y la lucha fue siempre entre dogmas, entre una idea que se defendió con fervor religioso y se creyó que lo resolvería todo, y la contraria, de la que se creyó lo mismo. El resultado fue una política mediocre, envuelta en oratoria hueca y en la que nadie se ocupó de la práctica.
Hubo de vez en cuando brotes de creatividad en la España dominada por la iglesia, pero en seguida se apagaron. No podían prosperar en medio de un sistema que enseñó a no pensar.

Abril de 2013

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