Los reyes ¨católicos¨ crearon una España incompetente


Teresa Barro
A los españoles se les contó que los reyes ¨católicos¨ habían sido los creadores de la España unificada, auténtica y triunfante. Esa versión nunca se discutió y permanece aún ahora intocable. Discutirla significaría ponerse a favor de los enemigos de España que trataron de calumniarla con la leyenda negra, atentar contra la unidad de la nación y, en la mente de algunos españoles, hasta contra la voluntad divina, porque ese reinado se santificó.
Lo que no explicó esa versión de la historia fue cómo a un reinado tan glorioso pudo seguir una decadencia tan rápida.  Hubo quienes atribuyeron  la decadencia y ¨los males de España¨ a los Borbones y quienes a los Austrias, pero nadie se atrevió a achacarlos a los reyes católicos y al sistema que ellos instituyeron. España aprendió a vivir sin memoria histórica y sin acumular experiencia. Y eso, unido a la incompetencia que la corona y la iglesia cultivaron, llevó a que fuese quedando cada vez más alejada de la realidad y entendiendo cada vez menos el mundo en el que estaba. Como Don Quijote, quiso creer que querer era poder y que podía salir a hacer hazañas sin una buena preparación y sin llevar dinero, esperando que los demás agradeciesen y pagasen. Tan exacto fue el retrato que Cervantes hizo de la España falta de cordura que habían creado la corona y la iglesia que los españoles no entendieron que Don Quijote, aunque bien intencionado, no habría podido hacer ninguna hazaña porque era un ocioso incompetente.
En la España en la que había que huir del trabajo en serio porque era cosa de judíos y en la que no se podía cultivar el saber porque también lo era, lo que se aplaudía era tener dinero sin hacerlo, para no mancharse las manos. Los catalanes, maltratados por el reino de Castilla, no dejaron de apreciar el trabajo y eso les valió una mala voluntad y una incomprensión, azuzadas por la corona, que siguen hoy. Una figura como la del Cid Campeador, admirada por sus contemporáneos y cantada en romances y poemas, pasó a ser incomprensible en la España creada por los reyes católicos, porque el Cid parece haber sido un hombre hábil, justo, valeroso, inteligente y competente en su trabajo y sus negocios, y eso fue lo que desde entonces quedó mal visto y prohibido. Los valores que antes hacían de España un país buscado y respetado fueron sustituidos por la picaresca y la necesidad de sobrevivir como se pudiera. 
Diciembre de 2012

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