El catolicismo político fomentó la pobreza



Teresa Barro

Como el catolicismo político quería asociar el espíritu con la ¨humildad¨ y la pobreza, falseó la vida de Cristo diciendo que había elegido nacer pobre.
Se glorificó así la pobreza, que pasó a ser ¨lo que Dios quería¨. Si no se hubiese expulsado de España a casi todos los poseedores de sabiduría espiritual y acallado a los pocos que quedaron, se habría entendido con facilidad que ni la pobreza ni la riqueza son buenas para el espíritu,  que las  dos lo obstaculizan, y que lo que fomenta el espíritu es la libertad, el debate, la diferencia, el cambio, la separación, la emigración, el extranjero, la dificultad y el trabajo, todo lo que a partir de los reyes católicos se persiguió y anuló.
La iglesia sostuvo que el nacimiento de Jesús en un pesebre y fuera de su lugar natal probaba que había querido nacer pobre. Pero lo lógico sería pensar que Jesús nació muy de acuerdo con lo que fomenta el espíritu, fuera de su patria y también de los injustos honores que le hubiesen correspondido como hijo varón en una sociedad patriarcal. Y que, de acuerdo con el espíritu, no solo nació fuera de su patria, sino que vivió su infancia y quizá gran parte de la adolescencia en un país extranjero.
 Jesús parece haber sido un rabino apreciado por su sabiduría desde muy joven y hubiera podido vivir con el rango y la distancia que correspondía a una autoridad intelectual y religiosa y situarse en las capas altas de la sociedad como lo hacían otros. Prefirió, sin embargo, vivir de su trabajo, siguiendo la corriente dentro del judaísmo que pensaba que no era bueno ¨vivir de los altares¨ y que espíritu y trabajo iban juntos. Jesús parece haber vivido siempre de sus propios recursos, en un nivel que hoy llamaríamos de clase media acomodada. No hay ningún indicio de que fuese de familia ¨humilde¨ y menos aún de que trabajase a las órdenes de otros. Todo parece indicar que fue carpintero-artesano y que la familia tenía un negocio independiente de construcción de muebles que les permitió vivir bien dondequiera que estuviesen, puesto que no hay indicación alguna de que sufriesen penalidades durante su larga estancia en otro país. Lo mismo se aplica a los discípulos de Jesús, de los que se dio la imagen de que eran trabajadores pobres y ¨humildes¨, cuando todo parece señalar que, aunque algunos de ellos fuesen ¨pescadores¨, trabajaban por su cuenta en el negocio de la pesca. Tanto Jesús como los discípulos parecen haber tenido dinero suficiente para poder sostenerse, quizá con sus ahorros, cuando salieron a enseñar. No se ve que Jesús solicitase dinero de sus seguidores y menos aún que fundase órdenes mendicantes, aunque hubiera podido hacerlo con facilidad. Explicó que era muy difícil vivir en la riqueza y cultivar el espíritu, pero nada indica que pensase que la pobreza fuese buena para fomentarlo.      
En la España de los reyes católicos y de la Inquisición el trabajo quedó en la práctica prohibido por ser de judíos. Se sumió en cambio en la pobreza ¨querida por Dios¨ a la mayor parte de los habitantes de la península, a los que se despojó de sus bienes y de la posibilidad de trabajar. Todo quedó muy pronto en manos de unos cuantos señores aliados a la corona y de poderosas órdenes religiosas con voto de pobreza, mendicantes muchas de ellas, y cada vez más ricas.

Octubre de 2012

Comentarios

  1. Si, para justificar, los robos que nos hacen hoy los Bancos, también se usa el nombre de Dios, el mismo Rouco Varela, desde el Vaticano, y su orden de riqueza) bendice a los pobres porque ellos tendrán el reino de Dios, y yo pregunto, tanto los del Vaticano, con sus mentiras, acumulación de capital, y todos estos abusos que nos están infrigiendo políticos y clases financieras ¿donde le queda la bendición de Dios? Porque no practican su doctrina y reparten?

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