La falsa democracia
Teresa
Barro
Se supone que en la democracia los partidos
políticos representan a los ciudadanos y cuidan de sus intereses. ¿Cómo es
posible que lo hagan si reciben grandes sumas de dinero de quienes los usan
para imponer las políticas que les convienen a ellos? Lo lógico es que cuiden
los intereses de los que pagan. El fraude está en presentar como
¨transparencia¨ que declaren el dinero que reciben, sin declarar lo que dan a
cambio.
Los partidos políticos ¨democráticos¨ no
pueden representar a los ciudadanos porque el que ganen o pierdan las
elecciones depende cada vez más del dinero que gasten en promoverse a sí mismos.
Nunca podrán cumplir lo que prometen a los votantes, porque a quienes tienen
que satisfacer es a los que compran su aquiescencia y colaboración en el
futuro. Es un fraude en gran escala que sirve para que las elites se repartan
el mundo entre ellas y hace imposible la democracia.
Junio de 2012
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