Los productos artificiales de la industria de la enseñanza

Teresa Barro

La industria de los alimentos consiguió ganancias inmensas sustituyendo los alimentos naturales por productos artificiales. Hicieron desaparecer del mercado los alimentos de verdad para que sólo se pudiese elegir entre productos artificiales que ni siquiera había que cultivar, y se usaron argucias de todo tipo para que el público creyese que los alimentos naturales dañaban la salud y los artificiales eran más sanos. El resultado de esa sustitución de los alimentos auténticos por productos artificiales, que daban la sensación de llenar el estómago pero no alimentaban, fue la mala salud, física y mental, de los habitantes de los países adelantados, que antes la tenían mejor.

La industria de la enseñanza está haciendo lo mismo. Para multiplicar la ganancia y el poder de las elites económicas, políticas, sociales y religiosas, se sustituye la adquisición de un buen conocimiento por la alimentación del cerebro con productos que no sólo no lo alimentan, sino que lo confunden y lo ponen en malas condiciones. Con eso se crean sociedades que no saben pensar y son fáciles de manipular, que es lo que el sistema autoritario necesita para perpetuarse.

Febrero de 2012

Comentarios

  1. Ahora nos alimentan con una caja cuadrada donde nos dicen lo que tenemos que comer, como nos vestimos, cuanto pesamos y también lo que debemos de pensar, no nos dan a elegir entre opciones distintas sino que tiene que ser todo el mundo igual. Así la intolerancia a los que piensan de distinta manera se hace más radical y se convierten en enemigos, con lo cual tenemos que combatirlos pero no convivir con ellos.

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