Los hombres son como niños¨. ¿Quién tiene la culpa?

Teresa Barro

Parece haber menos evolución en los hombres que en las mujeres. Siempre se dijo, o lo dijeron las mujeres, que los hombres son como niños. Si eso fuere cierto debiera preocupar, sobre todo si se tiene en cuenta que son los hombres los que han regido y rigen el mundo. Si no han madurado y ni siquiera han pasado por la adolescencia y no han llegado a la madurez, esto tendría que indicar, o bien que hay algo inherente en los varones que inclina al infantilismo perpetuo, o que a la sociedad le conviene mantenerlos en estado infantil.

La sociedad patriarcal negó a las mujeres, mediante leyes y costumbres, el estado de persona adulta. Se privó a las mujeres de los derechos más elementales afirmando que no eran capaces de hacer nada por sí solas sin la protección de los varones. Fueron condenadas a vivir como menores de edad toda la vida.

Infantilizar es una forma de establecer jerarquías natas y autoritarismo ¨natural¨. En el patriarcado el hombre es el que manda, el adulto por excelencia, con todos los derechos y la autoridad que corresponden a ese estado. Pero el infantilismo masculino forma parte esencial del patriarcado. Lo que el sistema patriarcal hace para que el varón permanezca siempre en estado infantil por dentro, aunque parezca adulto por fuera, es más insidioso que lo que hace con las mujeres. La mujer está mucho peor tratada que el hombre en el sistema patriarcal, pero tiene algunas posibilidades de alcanzar madurez. El hombre no tiene ninguna. Está más estropeado que la mujer porque a él le está negada la madurez interior y no se le permite salir del estado infantil.

La familia patriarcal es la célula primaria del patriarcado, la que establece las bases que regirán la sociedad. En esa familia, el único al que se le reconoce madurez es al patriarca. Los demás son niños y niñas que deberán someterse a la autoridad. Está claro como se infantilizó a las mujeres a lo largo de la historia. Está menos claro cómo se infantilizó a los hombres, porque ese proceso de infantilización fue más sutil y penetrante y se hizo a través de las mujeres.

La madre es una pieza clave del sistema patriarcal, la bisagra sin la cual no podría funcionar. La madre patriarcal se encarga de inferiorizar a las mujeres desde que nacen enseñándoles que su deber es someterse a los hombres. Se encarga también de insertar el sentimiento de superioridad nata en los hijos varones al tiempo que los anula. La tarea de la madre en el sistema patriarcal es entregar hijas e hijos al sistema, a las autoridades: a las hijas obligándolas a que se dobleguen, y a los hijos cortándoles las alas y mutilándolos bajo apariencia de buen trato.

La injusticia con que se trata a las mujeres en el sistema patriarcal es tan flagrante que es imposible no verla, y por eso se puede reaccionar contra ella. La anulación de que son víctimas los hombres en el patriarcado está disimulada y envuelta en apariencias que llevan a pensar lo contrario. Se fomenta el infantilismo en ellos para cercenar sus posibilidades y aprisionarlos.

Mayo de 2011

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