Voto de protesta

Teresa Barro

 

Lo único que queda de lo poco que se había conseguido de democracia en los países que dicen tenerla es el derecho a votar por quienes gobernarán esos países. Si sigue erosionándose el sistema democrático a la velocidad que lo ha hecho en los últimos tiempos, pronto se inventará alguna razón para acabar con ese voto.

 

El mundo ¨globalizado¨está ahora regido, ya casi sin disimulo, por los acumuladores de dinero y poder, los que están enriqueciéndose a base de empobrecer a los demás. Estos tiranos de ahora ni siquiera son grandes emprendedores o gentes que quieran traer riqueza y adelanto a los países. Lo único que pueden traer es el atraso y la pobreza en que se están hundiendo la mayoría de las naciones. Han conseguido insertar en el mundo un sistema de abuso y maltrato de la población en el que los políticos son títeres que se prestan a todo para situarse en las capas superiores de la sociedad, y en el que los grandes ¨teóricos¨ se venden para estar también en esas capas y hacer carrera. Los ídolos que fomenta este sistema son ¨los famosos¨, que lo son por haberse hecho ricos sin valer nada. Todo lo que pueda valer algo se anula de raíz, porque es esencial para el sistema que la población esté ciega y sorda a todo lo que no sea la fuerza del dinero.

 

El derecho a la protesta está ahogado cada vez más en las ¨democracias¨manejadas por codiciosos, jugadores y dementes. Las pocas huelgas que se consigue hacer están manipuladas por los medios de información, que sólo se fijan en ¨escenas violentas¨ que luego los políticos condenan con santurronería. Los partidos entre los que se puede elegir son todos iguales, y esto también forma parte del sistema para que no pueda haber elección.

 

Lo que habría que exigir es que en todas las votaciones pueda haber un voto de protesta y quede registrado como tal, el voto de todos aquellos que no quieren escoger entre los que se presentan porque ninguno le merece confianza.

 

Abril de 2011