Viento de marzo

Teresa Barro La nueva era tecnológica en la que estamos entrando traerá por fuerza grandes cambios en cuanto a los trabajos que surjan o desaparezcan y la categoría que se establezca entre ellos. Momentos como este, de paso de una era a otra, fueron siempre aprovechados por las elites para dictar el futuro mezclando la verdad con el engaño, envolviendo todo en un tinte fatalista que haga pensar que no hay más que un camino y hundiendo en la miseria a la mayoría para seguir ellas mandando. La única verdad que hay que admitir en estos momentos es que la computarización y la robotización traerán cambios para los que hay que prepararse cultivando visión, flexibilidad y juicio. Esta verdad se tergiversará con enredos y mentiras. Los mismos que hablan del mercado flexible y de condiciones laborales flexibles no aplican esa flexibilidad a sus propias actitudes, rígidas y dogmáticas, no ven más que su propia conveniencia y tratan por todos los medios de impedir que se ejerza un juicio que

Teresa Barro La televisión inglesa transmitió hace poco un programa en el que se exponía el maltrato que recibían las personas de edad en una residencia privada de lujo de la Gran Bretaña. Ya antes se había descubierto ese maltrato general e institucional al que estaban sometidas las personas de edad, pero en este programa se vio con más claridad lo que ocurría y las razones de que ocurriese. Y, es tanto el poder de la ideología reinante y son tales los hábitos de actuación y razonamiento que se crearon, que, aunque la solución era fácil y saltaba a la vista, todo el mundo dio rodeos y hasta cayó en sentimentalismos de culpabilidad colectiva del tipo de ¨lo mal que tratamos a nuestros ancianos¨ para no admitir que lo que estaba ocurriendo era el resultado lógico del liberalismo económico y su insistencia en la ganancia por encima de todo, la ¨productividad¨ y demás falsedades con que se disimula que está pensado para que las elites puedan hacer dinero explotando a los demás y vend

Teresa Barro Según la prensa británica, los eurodiputados   que pierdan el puesto en las próximas elecciones podrán recibir un regalo de despedida de casi 200.000 euros, además de una segunda pensión espléndida, financiada por los contribuyentes y a la que casi todos están adscritos. Este plan de pensión tiene ahora un déficit de casi 200.000 millones de euros, que será cubierto con el dinero de los ¨ciudadanos¨. Los eurodiputados tienen derecho a una remuneración final de 40.000 euros como mínimo, aunque sólo hayan estado un año en el puesto. El parlamento europeo ya aprobó una partida de reserva de alrededor de cien millones de euros para pagos a los eurodiputados que pierdan su puesto en estas elecciones. La Unión Europea no tiene más dinero que el que recibe de los contribuyentes, que son cada ¨ciudadano¨ de los países que la forman. Si lo que dice la prensa británica es cierto, los mismos que están siendo víctimas de las políticas de austeridad que impone la UE y teniendo