Españolismo, centralismo y nacionalismo
Teresa Barro La discusión entre ¨españolistas¨ y ¨nacionalistas¨ rara vez o nunca se plantea con serenidad. Los españolistas se ven a sí mismos como patriotas frente a los que atentan contra la patria, e interpretan como desacato imperdonable la actitud de los que se atreven a pensar siquiera en separarse del tronco común. La llamada unificación de España que iniciaron los reyes católicos fue, más que unificación, una centralización despiadada con fines de latrocinio y despojo, que facilitó el maltrato de todo lo que no fuese ese centro. Se hizo con la mala voluntad y el despotismo que resalta en toda la historia que siguió a ese reinado y, en vez de unir, separó, porque las uniones que no se quieren ni aprecian no unen, sino que dividen. Con el tiempo el centralismo se institucionalizó y se hizo permanente, pero, así como en otras naciones de Europa pudo haber tenido ventajas y ayudado a crear la idea de nación, en España nunca la creó. España, a pesar de la retóric