Entradas

Mostrando entradas de 2014

Universidades y economistas

Teresa Barro Las universidades fueron, junto con los economistas, las grandes colaboradoras en el plan que se montó, hace tres décadas más o menos, de construir una dictadura global de la que nadie pudiera escapar. Esa dictadura llevó a que haya unos pocos ricos con poderío inigualado sobre todo y todos y una gran mayoría de gentes sumidas en la pobreza y la miseria cada vez mayor y sin posibilidad alguna de protesta. Uno de los grandes pilares de ese nuevo sistema fueron los economistas, que ayudaron a imponer, con celo de cruzados, los dogmas de la doctrina del libre comercio. Su falta total de de entendimiento y visión de la economía les llevó a que no previeran el temporal de crisis económica que se venía encima gracias a sus irresponsables manejos. Claro que esa crisis y sus consecuencias para la mayoría de la población no les inquietaba,   porque ellos seguirían adoctrinando desde sus ricos puestos en la política y las universidades y acumulando fama, dinero y premios po

España y el dinero

Teresa Barro España, que antes de los reyes ¨católicos¨ era un conjunto de países con una actitud normal hacia el comercio y el dinero, fue adquiriendo, empujada por la Inquisición, una actitud de desprecio a ¨los mercaderes¨ y ¨al cochino dinero¨.   Como el trabajo pasó a ser pecado y muestra de no tener la sangre limpia, había que ser mendicante y no trabajar.   Al desaparecer casi por completo la posibilidad de ganarse la vida con un trabajo honrado, el dinero tenía que venir de algún sitio, pero no se sabía bien de dónde, del imperio, del gobierno o del cielo. Se fue adentrando la actitud de ¨que nos den¨, que sigue ahora y es lo que hace que se vea a la Unión Europea como la proveedora de estos tiempos, la fuente de la que se esp era que venga la manutención y la riqueza, aunque en realidad sea más lo que quite que lo que dé. Si cualquiera de los gobiernos españoles hubiese tenido la más mínima intención de cambiar el modo de vida de España y de llevarla a que entrase en

El imperio de los economistas

Teresa Barro La doctrina de la globalización y del mercado libre se impuso con fervor religioso y espíritu de cruzada. Los economistas habían descubierto la matemática que gobernaba el mercado. La economía de casino no era caprichosa. El que se ganase o se perdiese en la ruleta respondía a leyes tan indiscutibles como la ley de la gravedad. Lo asombroso fue que, si la economía era una ciencia tan exacta como dijeron, no hubiese ningún economista de entre los que estaban ocupando puestos de importancia y rigiendo la política mundial con sus doctrinas, que previese la crisis financiera y económica que comenzó en el 2007 y de la que no se ha salido más que en apariencia. Cualquiera que hubiese tenido los ojos abiertos y supiese contar habría visto que lo que se estaba presentando como una economía globalizada que traería la prosperidad para siempre no podía funcionar desde el punto de vista económico y que lo que se estaba haciendo era usar doctrinas ¨económicas¨ y darles aparien

Hay que corregir

Teresa Barro España no corrige ni aprende del pasado. Pasa de una experiencia a otra a saltos y sin continuidad. No se propone tomar las riendas de su destino y deja que el ¨destino¨   las tome por ella. Flota y se deja llevar por la corriente, nunca navega. Eso es lo que está haciendo en estos momentos en relación con la Unión Europea. Fueron pocos los países que se dejaron llevar tan a gusto por esa entidad ¨protectora¨ que dictaba lo que había que hacer. Dejarse dictar ¨todos juntos¨ satisfizo el fatalismo de fondo y el gregarismo conformista de la sociedad española. Ahora que en casi todos los países de la Unión Europea se está planteando en mayor o menor grado la posibilidad de salirse de esa Unión o de que ésta deje de existir, en España nadie quiere pensar en esa posibilidad y menos aún hacer planes por si eso sucede. Si llega ese momento,   se hará mal y a destiempo lo que parezca que hagan los demás. Los muchos años y siglos de Inquisición y de un mando de la iglesia

El estado del mundo

Teresa Barro Lo que ocurrió en estas últimas décadas fue que se instituyó la idolatría del dinero y se consiguió que todo lo demás desapareciese. Se hizo creer que el que algunos tuviesen toda la libertad posible para hacer dinero, aunque fuese atropellando y robando, sería bueno para todos, porque eso daría riqueza a las naciones y al mundo entero. Tal vez pueda hablarse de creación de riqueza cuando se trata de emprendedores capaces de sacrificar su propio dinero y de trabajar duro para hacer realidad una visión, pero no cuando se trata de manipuladores de las finanzas que juegan con el dinero de los demás y sólo aspiran a acumularlo para ellos mismos.   Esas gentes a las que se dio plena libertad para hacer lo que quisiesen no produjeron nada de provecho y hundieron la economía de las naciones y la economía mundial. Lo único que hacen es mover el dinero de un lado a otro para ¨maximizar¨ las ganancias sea como sea y pase lo que pase. En nombre de una libertad de mercado