España y las lenguas
Teresa Barro La postura de España frente a las lenguas, las propias y las extranjeras, suele ser contradictoria e incoherente. Surge de una ideología político-religiosa que aunó la lengua al dominio imperial y a la imposición de una religión (¨hablar cristiano¨) y es también resultado de la mala formación intelectual de siglos. La creencia de que ¨todos debiéramos hablar lo mismo¨ es profunda y llevó a que se quisiera imponer el castellano en toda la península ibérica y a que se aspirase en el fondo a que todo el mundo lo hablase y no hubiese que aprender ningún otro idioma. Pero también llevó a creer que hay que tener el idioma más fuerte del mundo en cada momento, por lo que se copió todo del francés cuando se creía que era el idioma del presente y del futuro y ahora se quiere copiar todo del inglés y se descuida y maltrata el español. Puede verse lo mala que es la enseñanza intelectual en España en cómo se enseñan y no se aprenden los idiomas. Todo el mundo está desespe