Los productos artificiales de la industria de la enseñanza
Teresa Barro La industria de los alimentos consiguió ganancias inmensas sustituyendo los alimentos naturales por productos artificiales. Hicieron desaparecer del mercado los alimentos de verdad para que sólo se pudiese elegir entre productos artificiales que ni siquiera había que cultivar, y se usaron argucias de todo tipo para que el público creyese que los alimentos naturales dañaban la salud y los artificiales eran más sanos. El resultado de esa sustitución de los alimentos auténticos por productos artificiales, que daban la sensación de llenar el estómago pero no alimentaban, fue la mala salud, física y mental, de los habitantes de los países adelantados, que antes la tenían mejor. La industria de la enseñanza está haciendo lo mismo. Para multiplicar la ganancia y el poder de las elites económicas, políticas, sociales y religiosas, se sustituye la adquisición de un buen conocimiento por la alimentación del cerebro con productos que no sólo no lo alimentan, sino que lo confunden