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Mostrando entradas de abril, 2011

Voto de protesta

Teresa Barro   Lo único que queda de lo poco que se había conseguido de democracia en los países que dicen tenerla es el derecho a votar por quienes gobernarán esos países. Si sigue erosionándose el sistema democrático a la velocidad que lo ha hecho en los últimos tiempos, pronto se inventará alguna razón para acabar con ese voto.   El mundo ¨globalizado¨está ahora regido, ya casi sin disimulo, por los acumuladores de dinero y poder, los que están enriqueciéndose a base de empobrecer a los demás. Estos tiranos de ahora ni siquiera son grandes emprendedores o gentes que quieran traer riqueza y adelanto a los países. Lo único que pueden traer es el atraso y la pobreza en que se están hundiendo la mayoría de las naciones. Han conseguido insertar en el mundo un sistema de abuso y maltrato de la población en el que los políticos son títeres que se prestan a todo para situarse en las capas superiores de la sociedad, y en el que los grandes ¨teóricos¨ se venden para estar también en esas capa

Que paguen las deudas los culpables

Teresa Barro La economía de los países que integran la Unión Europea, sobre todo la de los que soñaban que sus problemas quedarían resueltos para siempre en el nuevo imperio formado por las potencias imperiales del pasado, se está hundiendo debido al nivel de deuda en que se ha incurrido. Todas las naciones a las que se prometió el paraíso y que durante algunos años se convirtieron en ¨tigres¨de la economía mundial están cayendo, una tras otra, en el infierno.   En el programa está que serán los habitantes corrientes de esos países los que tendrán que someterse a ¨medidas de austeridad¨ cada vez más violentas para amortizar las deudas contraídas por los grandes bancos y las instituciones financieras, que son los grandes culpables y siguen enriqueciéndose y enriqueciendo a sus amos cada vez más. No sólo los financieros y sus cómplices, los políticos y los teóricos de la economía libre y sin frenos, han hundido la economía de las naciones, sino que quieren que paguen las consecuencias de

Los grandes criminales de la historia

Teresa Barro Podrá empezarse a creer que instituciones como el Tribunal de La Haya funcionan bien cuando se muestren inclinadas a juzgar a los que ganan las guerras y no sólo a los que las pierden. Lo que hemos visto en estas últimas décadas de guerras tras guerras que ni siquiera se declaran es que muchas las empezaron políticos encumbrados que no querían perder su lucido puesto de mando y buscaban la popularidad que habían perdido con sus mentiras. Esos políticos encuentran siempre cómplices, porque la guerra conviene mucho al tráfico de armas, uno de los negocios que da más dinero, junto con la prostitución y la droga.   A todo político que provoque una guerra o entre en ella aprovechando que otros están dispuestos a iniciarla debería estarle prohibido presentarse después a elecciones. A esos políticos que arman guerras es a los que el Tribunal de La Haya tendría que juzgar, las ganen o las pierdan. Lo otro fomenta un sistema en el que se sigue juzgando con severidad y aplicando la